Desde la época de los Celtas, los Germanos, los Vikingos... La mitología del bosque, lo mágico se mezclaba con el día a día, el hombre antiguo no sabía distinguir límites entre la fantasía y la realidad, pero no se autopercibian: ni Enanos, ni Elfos.
Todos esas historias quedaron en los cuentos que hoy leemos a los niños.
Los Enanos eran de la vida subterránea, construían objetos mágicos, como las espadas que vemos en los cuentos. Los Elfos eran seres de luz, seres mitológicos.
Y el hombre moderno para no ser menos, desprecia o discrimina al diferente, a los enanos humanos, y muchos se autoperciben seres de luz, adivinos y sanadores.
Pero en la realidad el ser humano no tiene nada que ver con los Enanos herreros de la magia, ni con los Elfos los seres de luz.
La magia en nuestra realidad, no aparece, es inventada.
En los cuentos, los hombres con su vanidad, codicia... robaban a los Enanos y se aprovechaban de los Elfos.
Y en la realidad "inventan" magia en los objetos, y se creen seres de luz.
La imaginación humana da para todo negocio, y la mente va adecuándose dentro de las creencias y las épocas.
Las personas que no son felices con la realidad, necesitan inventar fantasias y otras dimensiones donde: "lo pensaste, lo creíste y lo creaste".
Así es el mundo literario, más no el mundo real.
Sabelo.
(LPattydB)
