LA VIDA ES DEMASIADO SENCILLA, PARA UNA MENTE TAN COMPLEJA



y llena de novelitas.


1- LA MENTE COMPLEJA

Con los tiempos hemos gastando ríos de tinta en narrativas novelescas, conectando todo lo que vemos afuera: imágenes, sonidos, aromas, situaciones... dejando fluir (está de moda "fluir") la mente, y ella construye laberintos infernales (jaulas de creencias), uniendo a los iguales, etiquetando, clasificando, ordenando todo en cajoncitos imaginarios.


Ahí, quedamos atrapados, o está la opción del viaje inverso: "la sanación", comenzamos a disociar todo: "el yo, el otro yo, el super yo, el inconsciente, los múltiples personajes"... como cuando en biología disecamos un sapo, que le hemos quitado su vida. Y ahí, cuando el sapo desmembrado pierde su identidad, lo que lo hace ser sapo, le sobreviene la pregunta más baqueteada de la historia: "¿quién soy?" 


Y transpolado a nosotros, los humanos, aparecieron muchas respuestas: soy Dios, soy una Diosa, soy Cleopatra (la reencarnación), soy el universo, soy un reptiliano, soy un ángel, soy una cebolla, no soy nadie, soy inmortal, soy un sabio, soy un idiota, soy una antena receptora de estupideces, soy el ombligo del mundo ...


2- LA VIDA SENCILLA

es cuando naturalmente se realiza el rescate de proteínas en nuestro cuerpo, que son depositarías de información: nuestra memoria, nuestros recuerdos; que se transportan en cada sinapsis neuronal, formando redes. Nuestra capacidad individual, es crear rutas neuronales. Decodificamos el cerebro cuando introducimos información, códigos. 

Cuando nos educamos, obtenemos la capacidad de transgredir nuestra propia vida.


Todo está en tu mente, eres una unidad funcional, totalmente responsable, no eres un sapo disecado, con múltiples personajes con "patente de corso".


Sabelo.


(LPattydB)