Cuando de niños tienen una infancia disfuncional, donde predomina el caos y el conflicto, en la adultez, se relacionan con personas que de alguna manera los hagan "revivir o recrear" esa forma de vida.
Logran cierta "armonía interna", el caos los normaliza.
Cuando ese caos y ese conflicto ya no da "armonía", estamos frente a una sanación.
Y cuando crecemos rodeados de un amor sano, comprensión, y apoyo material y espiritual, recreamos esa situación cuando somos adultos.
Nos relacionamos con personas que de alguna manera nos hagan "revivir o recrear" esa forma de vida.
Sabelo.
(LPattydB)